25 de enero de 2016

Pequeña

La tenía abrazada, no la quería soltar. Tenía miedo de que fuera la ultima vez y de no volverla a ver, a tocar, a besar, a oler... Tenía miedo de perderla y no quería que llegara el momento de tenerla que soltar. Tan pequeña, tu mano agarra mi dedo. Tan delicada. Tan frágil. Tan bonita, sonríes en sueños. Te miro y no puedo retirar la mirada de tu cara redondita. Te acaricio y abres los ojos y entonces descubrí la mirada más sincera que jamás había visto. Una mirada limpia, llena de amor. Ojalá tuvieras esa mirada el resto de tu vida y miraras a las personas con el mismo amor que me miras a mi. Ojalá te agarraras a tus sueños tan fuerte como agarras mi dedo. Ojalá siempre fueras tan fuerte como tú llanto cuando tienes ganas de comer. Ojalá siempre fueras tan mágica como lo eres ahora. Ojalá nunca dejes de ser. 

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