26 de agosto de 2015

¿Que dirán?

Cuando “el qué dirán” importa más que cualquier otra cosa que quieras hacer es que realmente existe un problema contigo, con tu autoestima y con tu forma de ser. Primero, porque si haces algo es por qué quieres y lo que piensen los demás (de manera general) te tiene que importar bien poco. Segundo, si lo haces es porque te sientes bien y te gusta. ¿Qué más da entonces lo que piensen los demás? Tercero, porque “el qué dirán" a veces se resume en un pequeño círculo de personas que no quieren que se enteren. Amigooooo, entonces estamos hablando de otra cosa (De otra cosa que es probable que me moleste hasta más).

En fin, odio el dichoso qué dirán. Me trae malos recuerdos y se siguen creando. No soy partidaria de gritar todo a los cuatro vientos pero tampoco de guardarme todo para mí (por algo tengo amigos que me gusta contarles las cosas y que me recuerden lo tonta que soy), ni de estar pendiente de poner excusas tontas solo por ocultar algo o a alguien, y ¿Sabes qué? Que importo más que un qué dirán, que hasta entonces no he conocido excusa más absurda que esa, (bueno en realidad sí, pero no me dan tanta rabia). Que el qué dirán mueve sentimientos, y no precisamente buenos. Por ello, que piensen lo que gusten, que hagan lo que les de la gana y que DIGAN LO QUE QUIERAN

15 de agosto de 2015

El amor

Realmente el amor es lo más bonito y lo más doloroso que existe. El amor duele, querer mucho duele, pero es una sensación maravillosa. Querer y ser correspondido, estar dispuesto a dar todo por esa persona especial, que su sonrisa y sus hoyuelos al sonreír sea lo más gratificante, imaginar un futuro juntos... si, eso es estar enamorado. Pero desgraciadamente el amor no es tan bonito como en los cuentos y en las películas, el amor no siempre tiene final feliz, no siempre es correspondido y no es nada fácil.

<<En una relación siempre hay uno que quiere más al otro. Oh dios mío, como espero no ser yo >>

Ella, soñadora  donde las haya, creía en el amor plenamente, creía en el “para siempre” con en el primer amor.  Ella creía en el amor como en las películas, con una boda de ensueño y una familia que formar. Ella creía que el amor la iba a durar toda la vida y no quería conocer más amores. Ella creía que todo siempre iba a ser bonito y que el amor no se iba a terminar nunca, y realmente no fue el amor lo que se terminó. El amor sigue, el amor dura. Pero un día, las circunstancias superaron al amor y  todo se acabó. Los sueños de Ella quedaron muy lejos de ser cumplidos.

 Una historia de amor interrumpida, maldita sea, maldita sea mi vida-.

Desde que la historia se acabó, Ella se comportó de una manera incoherente, de una manera que no se daba cuenta del daño que podía causar, se comportó así sin saber por qué y todo esto a Ella la dolía más que a nadie. Una carta fue lo que la hizo abrir los ojos y que la punzada fuera aún más dolorosa, una carta con su correspondiente contestación bastó para que las lágrimas se apoderaran de la situación, para que la tristeza inundara sus días y más aún sus vacías noches.
Nadie sabía cómo estaba Ella por dentro, realmente estaba rota de dolor. La costaba hacer creer a la gente que estaba bien, quizá se acostumbró a aparentar demasiado y a creerse Ella misma que estaba bien, pero realmente no lo estaba. Realmente no era capaz de quitar una sola foto de su habitación, no era capaz de irse a dormir sin antes lamentarse en los errores cometidos, realmente en los momentos de bajón leía una y otra vez aquella dichosa carta, no hacía más que recordar momentos que tristemente no se van a volver a repetir, viajes, y sobretodo instantes, pequeños instantes de felicidad.

Ella quiere pasar página y cerrar el libro para dar comienzo a uno mejor, pero se dejan atrás  tantas cosas que es muy difícil dar ese paso. Ella sabe que aunque la esperanza es lo último que se pierde, no debe vivir a su costa. Ella sabe que quiere seguir soñando y cumplir sus sueños, y de esta manera se están estacando. 
Así que Ella se queda con la esencia del primer amor, aquel que nunca se olvida.
Y una cosa os digo: Ni de AMOR se muere, ni de RECUERDOS se vive.

Es hora de comenzar nuevas etapas, y ¿por qué no? Nuevas historias.